Aislado por la ausencia de líneas férreas e ignorado por las grandes bodegas debido a la falta de comunicación, el valle del Najerilla ha mantenido un patrimonio de pequeños viñedos plantados en altura que dan un fruto de extraordinaria frescura y calidad. La antigua vía de unión entre Nájera y los monasterios de San Millán de la Cogolla ha sido testigo del olvido de esta zona, donde nace la colección Palacio del Camino Real.
VINOS FRESCOS
VIÑEDOS DE ALTURA
En el Najerilla, las viñas son antiguos tesoros que pasan de generación en generación
Aquí nunca se han instalado las grandes bodegas pero tenemos un tesoro: nuestros viñedos viejos plantados a más de 600 metros de altitud y el saber hacer acumulado de generaciones que han elaborado vino. Estamos alejados de las principales vías de comunicación pero tenemos un clima fresco que, con el cambio climático, nos ofrece las condiciones más favorables para una perfecta maduración de la uva.
Recuperando
La tradición
Este vino es una vuelta a la esencia de los claretes de Rioja, muy aromático, con mucha fruta y muy agradable de beber. La garnacha de esta zona tan fresca unida a la viura de viñas viejas nos lleva a revisitar la tradición del Najerilla, y modernizarla con un vino fresco y goloso.